Tarea. 2.1 Autonocimiento
El yo biopsicosocial
Cualidades y defectos
Autoconocimiento
La conciencia es una verdadera
joya en el interior del ser humano. Se desarrolla en base a padecimientos
voluntarios y sacrificios conscientes, el ascenso es difícil, pero totalmente
posible. El trabajo completo se sintetiza en los llamados 3 Factores de la Revolución
de la Conciencia: Morir Sicológico, Nacer Alquímico y Sacrificio por la
Humanidad. Si una persona quiere cambiar verdaderamente, debe empezar a dejar
de ser lo que es para que pueda convertirse en aquello que anhela. Ese cambio
es difícil, requiere Negación. Dejar de hacer lo que hacemos habitualmente y
que nosotros mismos nos hemos dado cuenta que nos perjudica directa o
indirectamente. Y empezar a hacer aquello que habitualmente le hacemos el
quite. Esto también requiere Voluntad. Esta voluntad se desarrolla en forma
gradual, lentamente, y con el paso de los años se fortifica. Para Negarse a si
mismo se requiere verdadera continuidad de propósitos, se necesita realmente un
anhelo profundo, del corazón, y una percepción de lo sagrado que vaya más allá
de una simple conjetura intelectual. Se necesita sentir a Dios en el corazón.
Mantener un espacio dentro de nosotros que se resista a ser devorado por el
sopor del mundo, un destello de niñez que nos de esperanza. Este trabajo con la
Muerte se detalla en la siguiente pestaña.
El segundo factor o Nacer Alquímico consiste en no
desperdiciar nuestra energía sexual, pues ella, como fuente de vida, será la
que permita que el cambio se asiente, y nos dará la potencia y fuerza que se
necesita en la vida para cumplir con todos nuestros deberes en el campo de la
vida cotidiana. Además, al trabajar con estas energías sabiamente, el trabajo
del primer factor o la Muerte Sicológica se acelera fuertemente. Esta práctica
constante con las energías sexuales nos permitirá en algún momento convertirnos
en ciudadanos consientes del universo en todas sus dimensiones. Esto se detalla
en la tercera pestaña.
El tercer factor o Sacrificio por la Humanidad es la
consecuencia de los otros dos factores. Al ir desarrollando gradualmente la
consciencia, nacerá en forma espontánea el anhelo de servir a los demás. Este
servicio tendrá dos facetas: La faceta material, la forma en que nosotros
ayudamos a los demás en cubrir las necesidades de la vida practica y cotidiana,
y la faceta espiritual, que es la manera en que nosotros entregamos un
conocimiento, una idea, que permita a los otros subir su Nivel de Ser. Ambas
facetas deben ser entregadas en forma desinteresada.
El Yo Biopsicosocial.
El ser biopsicosocial es el yo integral, o sea la reunión de todas sus partes (la que
se es y se tiene) que cargadas de energía salen o se manifiestan en las
actuaciones.
El yo Físico, que es el que más claramente se ve, es el organismo; necesita
atención y cuidado para poder desarrollar sus capacidades y convertirlas en
habilidades, (alimentación, ejercicio).
El yo Psíquico, que es la parte interna, se divide en tres: lo emotivo, la mente y el
espíritu.
La parte emotiva es la que lleva al hombre a conocerse; es a través de estados de
ánimo, sentimientos y emociones, como se da cuenta que existe, y como decía un
maestro "no es lo mismo tener un sentimiento en las manos que estar en las
manos de un sentimiento" La mente tiene todos los talentos; es necesario
desarrollarlos y, más aún, estar consciente de ellos para poder manejarlos
positivamente. Debe recordase esto a las personas que dicen con frecuencia: "así
soy yo"; "me enojo cuando las cosas no salen como yo quiero". Esas personas
están funcionando sólo la parte emotiva; no usan sus talentos de la mente y
menos utilizan las capacidades del espíritu; viven reaccionando a las grabaciones
que tienen automáticamente, sin ver que cada situación que se presenta en la vida
tiene diversa soluciones y no ven más opciones; esta lleva a sentirse mal,
frustradas; podría decirse que escogen el camino erróneo.
El espíritu es el elemento que busca el significado de la vida, es el "YO profundo",
el núcleo de identidad, la parte más interna y dinámica. Se manifiesta a través de
lo que se quiere lograr y como quiere lograrse.
El yo social: puede expresarse a través de los papeles que vive el individuo como
hermano, amigo, padre, madre, vecino, alumno, maestro, etc. Al relacionarse el
hombre trasciende a través del yo social, pero no de la que él cree, sino de lo que
en realidad es.